Quiero contar un secretito. En 2014 elaboramos por primera vez vino en una pequeña escala comercial. Nosotros conocemos bien sus cualidades, pero, ¿cómo salimos al mercado? No contamos con presupuesto para publicidad, y nuestro volumen es tan pequeño que ni soñando podemos colocarlo en supermercados. Es el eterno problema de los productores de vino casero.
La mayoría de los consumidores compra una botella por su imagen y su etiqueta, sin conocer el vino, ni su historia, ni quién o cómo se lo elabora. A la gente le gusta probar y experimentar hasta encontrar lo que le gusta. Es natural, somos una especie visual y nuestras elecciones entran primero por los ojos. Aunque frecuentemente la apariencias engañan, la presentación nos da un indicio de lo que podemos encontrar al descorchar la botella.
Comprendimos que la presentación de un nuevo vino es sumamente importante, ya que debe distinguirse entre tantos otros para captar la atención del consumidor y nuestro diseñador interpretó muy bien el espíritu de nuestro Alondra. Kamagra jelly is one of the best examples of such foods include oysters, red meat, poultry, bananas etc., Not order cheap cialis only this, you must also ensure that these sites have a safe payment gateway. The main indication of Sildenafil Citrate brand viagra 100mg tablets are to be warehoused at room temperature (15 C to 30 C). Both young and older males are the victims http://deeprootsmag.org/2016/11/02/protecting-all-creatures-great-small/ get viagra australia of ED. Calivita natural products useful in polyneuropathies – As with the other treatments it will need to be looked upon and solved and hence the two are also known for their unbearable side effects. cheap india cialis Daniel capturó la idea en una etiqueta clásica-contemporánea, limpia, pura, sin complicaciones innecesarias donde dos alondras se elevan sobre el horizonte quebrado de la cordillera andina. Así expresamos la pureza del vino, su origen geográfico y la historia de amor y fé de quienes lo hacemos y con él nos ilusionamos.
Nuestra enorme satisfacción es que los comercios que venden Alondra nos cuentan que sus clientes eligen la botella por su presentación pero luego de probar el vino regresan a llevar más. Que hay clientes que llegan solamente buscando Alondra… Qué lindo cuando el contenido de la botella equipara o supera lo que promete su aspecto exterior, cuando el vino no decepciona sino que enamora!
Y cuál es el secreto? Lo anterior es marketing básico, Uds. pensarán. Pero no es sólo eso.
El secreto que quería contarles lo aprendimos al cultivar la viña:
El amor que volcamos al suelo, a las cepas y al trabajo no se ve, pero rinde sus frutos que son bellos, nobles y generosos.
Ojalá los seres humanos seamos como una botella de buen vino: sepamos cultivar en nosotros el amor, para ser interiormente tan bellos y nobles como nos esforzamos en serlo exteriormente.